Cómo Internet nos Lanzó a un Viaje por Todo el Mundo

Actualmente, tenemos una cartera de 7.500 clientes repartidos en 99 países. Hemos concedido una entrevista a La Voz de Galicia (también disponible en la versión digital) en la que explicamos cuáles han sido las claves para llegar a esta situación. A continuación, facilitamos la entrevista completa.

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Entrevista en La Voz de Galicia

Son padre e hijo, socios en la empresa y da la sensación de que, también, amigos. Cuando hablan no se contradicen, sí se puntualizan o amplían la información. Son afables, próximos. Se llaman Nazario Correa Rodríguez (Vigo, 11 de marzo de 1952), y Nazario Correa Sestelo (Redondela, 3 de mayo de 1973), consejero delegado y director general, respectivamente, de Rodamientos Vigo (Rodavigo), una compañía con sede en Mos, que está totalmente internacionalizada gracias al «descubrimiento» de Internet. Así, con sencillez, lo confiesan.

Pregunta. El año pasado vendieron en 99 países. ¡¿Cómo puede ser?!

Nazario Correa Rodríguez. La empresa nació en 1985 y en el 2005 empezamos con un proyecto de digitalización. Nos metimos a fondo en nuevas tecnologías y en el 2008 sacamos un portal B2B. Desde esa fecha nuestro crecimiento fue continuo. Pasamos de ser una empresa local a una compañía internacional. Hoy vendemos en las 52 provincias españolas y en los cuatro continentes. Asia, EE.UU., el norte de África, Sudamérica…

P. ¿Cómo lo han conseguido?

N. C. R. A través de internet. Google nos tiene bien posicionados en su plataforma. Vendemos 3,5 millones de artículos de suministro industrial. Se consumen en todo el mundo. Son de fabricantes internacionales. Cualquier artículo o lo tenemos en stock o lo localizamos; le hacemos llegar la oferta al cliente y conseguimos el pedido. En el desarrollo de este proceso está el crecimiento de la empresa. Las ventas en el 2022 están incrementándose a un ritmo interanual del 20 %, respecto al año pasado. Podemos llegar a los 16 millones de euros. Hemos crecido en las crisis, y, por concretar, en enero del 2022 entraron a trabajar con nosotros nueve personas.

P. No le tiene miedo a internet…

N. C. R. A nosotros internet nos sacó de la aldea y así empezamos un viaje por el mundo.

P. ¿Cuál es el plan de negocio futuro de la compañía?

Nazario Correa Sestelo. Continuar con el proyecto de digitalización, incorporar más catálogos en la red, promocionar la web en sí. Es lo que te abre mercado. Es la manera de llegar a cien países. Hay que vender mucho café, y no la cafetera a uno. Lo deseable es distribuir la facturación entre el mayor número de clientes posible porque así nos garantizamos tener futuro. Seguiremos apostando por la digitalización. En nuestro sector no es un tema habitual. Hay que creer, invertir y recoger. Nosotros estamos recogiendo frutos de hace diez años.

P. ¿A cuántos países quieren llegar?

N. C. R. Puedo decir que estamos abriendo cuentas de crédito a clientes lejanos. En América Latina, en Estados Unidos, en Europa… No es que le vendamos un día a un cliente y luego desaparezca. No, son clientes repetitivos. Cada día somos más exigentes con nosotros mismos. Cuando el cliente tenga un problema que no es capaz de resolver en su cercanía queremos que cuente con Rodavigo.

P. Tienen relación con 1.500 fabricantes y…

N. C. R. 7.500 clientes.

P. Su negocio consiste en poner en contacto firmas de todo el mundo con fabricantes de todo el mundo.

N. C. R. Eso es. No hemos visto este servicio en otras compañías.

P. ¿Quién les dio la idea?

N. C. R. Las nuevas tecnologías. Empezamos a introducir unas pocas fichas con las características de los artículos. Era muy sencillo. Enseguida vimos el resultado. Así que metimos recursos y ganas de empujar. Supimos lo que era internet, su potencial para nuestro negocio, cuando vimos el resultado en el corto plazo. Estamos hablando del 2005-2007. Nos dimos cuenta de que invirtiendo en esta tecnología podíamos captar clientes a los que ofreceríamos un catálogo todo lo amplio que pudiéramos. Ahora mismo estamos en 3,5 millones de referencias y empezamos con 50.000. No me extrañaría que si dentro de tres años volvemos a tener otra reunión, quizá estemos en 10 millones de referencias. Vamos a seguir en ese camino buscando nuevas fuentes de suministro para llegar al cliente.

N. C. S. Y no nos podemos olvidar de que es una empresa familiar.

En 1994 éramos seis, en el 2008 éramos 18, ahora somos 70.

N. C. R. El crecimiento que hemos tenido desde el 2008 ha sido muy importante. Incluso con todas las crisis.

P. La plataforma telemática B2B es clave. ¿Quién gestiona la tecnología?

N. C. R. Al principio teníamos una empresa exterior, luego contratamos al informático que teníamos de mano. Hoy disponemos de un equipo web responsable de digitalizar los catálogos, abriendo mercados. Casi todos estamos centrados en esta operativa. Hay 25 personas en el departamento de ventas que solo se dedican a ofertas y pedidos; otras 15 o 20 en el departamento web, y otro grupo de profesionales gestionando la paquetería y el reparto.

P. ¿Cuánto tardan en despachar un pedido?

N. C. S. Es importante que, los 3,5 millones de artículos que publicitamos, los tengamos en stock. El 90 % de las operaciones son bajo pedido. Solicitamos una oferta al proveedor, se la trasladamos al cliente y si acepta, nos volvemos a poner en contacto con el proveedor. Si el fabricante está cerca, en un día conformamos el pedido. Si echamos mano de un proveedor de Inglaterra, tardamos un poquito más. A veces, por el tema de la guerra, los plazos se dilatan. Nuestros clientes son profesionales y conocen el problema. Hablamos de uno o dos días o de cuatro o cinco meses.

P. ¿El producto siempre les llega ustedes y ustedes lo distribuyen o son los fabricantes los que lo distribuyen directamente?

N. C. R. Siempre viene a nuestros almacenes. Llega a Mos y lo enviamos a cualquier lugar del mundo. Nosotros tenemos que recepcionarlo, confirmar que llegue bien, que todo está correcto.

Al fondo del despacho hay una bicicleta estática nueva. Todos los días, Nazario Correa Rodríguez hace deporte. Explica que empezó a trabajar a los 14 años y, excepto los meses de la mili en Ferrol, no paró hasta su jubilación (pero sigue sin parar). «Hay que moverse. Es necesario para la salud», explica. Después de hacer deporte, padre e hijo salen a caminar durante media hora. En la empresa trabajan Óscar y Daniel, los otros dos hijos. La ilusión de la familia es continuar con el proyecto y ser capaces de inculcarles a los descendientes que continúen con la compañía. «Esta es la asignatura pendiente», apostilla el director general.

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